4 años

26 May 2016

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Querría poder escribir los besos que nunca te dije,
aquellos susurros de amor que por torpeza quedaron sin aliento.

Sí, lo confieso, soy torpre en el arte de amar,
lenta al agrado y sentimiento,
a arropar desnudos y suspiros.

Querría poder volcar en un candil mis sentimientos,
que uno a uno pusieran luz a tu desierto,
que si de amar se trata, y de entregar la vida,
ando yo siempre en el tiento.

Querría poder amarrar tantos y tantos momentos,
pasados, tal vez, pero mejor venideros,
de un futuro donde solo cierto es lo nuestro.

Querría poder decir y proclamar a cuatro vientos,
que tú y yo sin buscarnos, íbamos ya al encuentro.

Pero mejor que sea mi vida, mejor mi melena despeinada y a veces huraña,
la que ponga aceite a las heridas,
la que trote en el sendero.

Allá pasaron cuatro, acá venga lo eterno.
pan y cebolla en la alforja,
de lo demás,
el cielo.

Aquí en el enlace,un pequeño vídeo de cómo nos dijimos Sí cantando:

Decirse sí cantando

Balance

4 noviembre 2015

Creo que hacía aproximadamente un año que no abría mi blog… sí, la última entrada casi por estas fechas, para cerrar el 2014 y darle la bienvenida al 2015. Ahora ya debería estar casi dando paso al 2016… ¡se pasan los años como vuelo de mariposas!

 

Inevitablemente, aunque con miedo, he dado marcha atrás en cada una de las páginas que componen este anal; mi presentación data de marzo de 2008, ¡casi 8 años! Si alguien ha ido siguiendo un poco el blog habrá podido constatar que aquella presentación poco tiene que ver con la mujer que hoy soy, ¿o sí?

No lo sé, me planteo demasiadas cosas, o ninguna. Cerrar, actualizar, borrar entrada que ahora me dan cierta vergüenza o que ya no siquiera tienen fotos…¿qué debo hacer? ¿debería dejar abierta al mundo esta ventana de mis intimidades, de reflexiones que me hicieron crecer, o curar, o desahogar?

Si es ahora que por casualidad del mundo cibernético al que estamos enganchado es ahora que das con “buscandotushuellas”, debes saber que abrí este blog en un momento de búsqueda personal de mi camino exterior e interior, cuando deje casa tierra y heredad para saber si la llamada de Dios era mi camino, y ahora me encuentro felizmente casada y con dos preciosos hijos, que son los que pueblan las horas, los días y sobretodo las noches de mi vida cotidiana.

Quizás te preguntes qué ha pasado en estos 8 años para llegar a donde estoy hoy. Pues lo de siempre. Aunque a veces creo que ya no me reconozco, que no sé quién soy o quién fui… me doy cuenta releyendo el blog en estos últimos años, de que intento vivir la vida a golpe de corazón.

Sin demasiadas dilaciones, las decisiones se toman cuando un primer impulso de Juventud y locura da paso a un corazón caldeado e ilusionado que siente que ese es el momento, el lugar y el hecho que hay que atender.

 

Mi experiencia fundante se dio en el sur, en Centroáfrica, ese lugar que sueño y me sueña desde que tengo uso de razón, y otras tantas ciudades también son testigos de mi vida tan ordinaria como apasionante la estoy haciendo.

Pero acabo de plantarme en los 30, y eso impone. Impone que ya puedes haber vivido un tercio ( o más ) de tu existencia en esta tierra. Impone que para los tiempos que corren eres muy joven para haber dado a luz a dos preciosas personitas que son tu total responsabilidad y que te necesitan 24 horas al día.

Impone también haber dedicado ¾ partes de tu vida a formarte… y verte así, sin trabajo y sin demasiadas esperanzas en el horizonte presente.

Impone también darte cuenta, una vez que maduras de tantas heridas y cicatrices que pueblan tu piel y tus adentros, fruto de la fragilidad del hombre y de tu propia pobreza humana. A decir verdad no pasa nada, sé y soy consciente de que cada una me ha ayudado a crecer y a ser quién no sé en estos momentos, pero lo soy.

 

Hay que hacer algo…es lo que en mi balance me viene a la mente y el corazón. Nuevos propósitos aprovechando el año que huye y el que se está ya precipitando, nuevas formas de reinventarse aprovechando que tenemos dos hijos que nos “obligan” a ser como niños otra vez, nuevos retos y nuevos precipicios.

¿Qué sentido tiene ir consumiendo los años y la vida con un peso y sentimiento de mediocridad que te van anquilosando y apoderándose de ti?

Creo que, en este privilegio inmerecido de poder elegir, la vida me pide que vuelva a desacomodarme, a desplegar alas, a desafiar al desánimo, a interpelar al destino, a ser Yo con mayúsculas (quien quiera que sea…).

Y todo esto lo escribo aquí, sobre una moqueta acompañando a mi hijo mayor (de 2 años) que tienen 39 de fiebre y no puede dormirse solito…

No son reflexiones de ceño fruncido y mirada intensa al infinito, no vienen con fotos de paisajes otoñales o atardeceres de ensueño… se trata de negro sobre blanco en mis 30 años recién cumplidos que desean dejar salir al caballo desbocado que tiene ganas de galopar y vivir.

En lo más cotidiano de aquella que siempre deseo vivir permanentemente en extraordinario seguiré reflexionando sobre el rumbo de mi blog…o mi vida. Algún día quizás teclees y ya no esté, puede que esté haciendo cosas más interesantes, o que haya dado paso a una nueva página en mi vida.

Por cierto, “buscandotushuellas”, es por la búsqueda de las huellas de Dios, aún seguimos ahí, en este momento con el rastro un poco más perdido… seguiremos en la búsqueda.

 

 

Ya se va…ya viene

31 diciembre 2014

El fin de año huele a compras, enhorabuenas y postales con votos de renovación. Y yo que sé del otro mundo que pide vida en los portales, me doy a hacer una canción.

(Silvio Rodríguez , canción de fin de año)

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Ya se va, ya viene otro. Irremediablemente los años se resbalan de las manos tan rápido como vuelan las hojas del calendario alentadas por un crudo y frío invierno.

Año tras año vuelvo a hacer balance, a no atreverme con un propósito de año nuevo ,y sin embargo siempre sucumbo. El de este… me lo reservo. Quizás a la vuelta de la esquina, cuando de nuevo estemos a 31 de diciembre, desvele su éxito o fracaso, quién sabe. Lo cierto es que la vida apremia, a cocinar despacio, a aprender rápido, a ir siempre adelante, a ser el primero… aunque sea de la cola del paro… a besar apasionado, a reír sin remedio, a saltar en la cama, a despeinarse bailando, a creer…aunque aún sea invierno…

Y yo… que sé del otro mundo, me gustaría vivir en una canción; esa que huele a libertad, a espíritu indómito y aires de habitar lo imposible, aquello que el corazón hambrea y las prisas o el cansancio se empeñan en desterrar.

Para este nuevo tiempo deseo tararear, descubrir que los milagros  son para uno, que los niños son quienes más enseñan y aprenden, que lo mejor siempre está por llegar. Así, sin más cantinela, sin más dilación, sin fuegos artificiales, aunque emborrachada de amor, de ese compañero que el Destino se escogió, aprieto fuerte las manos, hoy alzó mi oración, despido lo viejo y me abro a lo nuevo, doy gracias y anhelo, señal de que, aunque ya peine canas y vista arrugas, aún sigo viva.

Este año promete, seguir dando vida, seguir consolidando familia, seguir soñando y apostando, seguir creyendo para que todo se haga yelmo, seguir, seguir.

Feliz, recién nacer, ¡no perdamos el amanecer!

TeSs

5 meses

30 enero 2014

IMG_8234«Eres un recién llegado y yo ya soy tu aprendiz»(Ismael Serrano)

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Me apetece escribir, tengo ganas de escribir, ¡NECESITO ESCRIBIR! Las palabras han sabido a menudo brotar más libres de mis dedos que de mis labios torpes. Las tengo a punto de hacerse añicos en un millón de interjecciones, onomatopeyas e incongruencias varias. Pero no me importa.

Para mi han sido siempre como el grito que uno desahoga en la ventana, aunque no lo haga bien. No me importa.

Y es que… (con perdón del monotema padresprimerizos), releo los  últimos post escritos y me da un vuelo el corazón. Una vida puesta patas arribas, en el mejor de los sentidos, que han desbordado todas las expectativas y ha puesto a prueba paciencia y amor.

¡Benditos 50 centímetros de ternura y suavidad!

La Dulce espera terminó, haciéndose todo nuevo. Releo hoy la carta escrita a “Lentejita”, que, a sus 5 meses podría ser perfectamente llamado más bien “lagartijilla”, y creo que no corregiría ni un punto.IMG_6944

Nunca el tiempo ha sido tan paradójico, lento y rápido, voraz y desesperante. Días que se unen con noches, ropas que se amontonan sin fin, platos salvajes apilados… en fin, cualquiera que sea madre o padre sabe de lo que hablo. No puedo dar consejos, porque ahora más que nunca sé que cada persona es un mundo, y que es imposible etiquetar a nadie.

Somos únicos. No he conocido a nadie parecido a Ismael, y jamás habrá otro igual. Como diría Ismael Serrano, cada día es un aprendizaje, para el pequeño, para los grandes, y para el mundo, que también tiene que acoger a esta nueva criatura.

A veces, cuando observo a Ismael haciendo los 5 lobitos (esta es nuestra adquisición de la semana), riendo, gritando, llorando impotente como si desease contar con palabras lo que le ocurre… pienso que es una personita, que ya tiene una historia, que somos parte de su vida, pero que un día caminará solo, buscará su destino, hablará de nosotros, luchará por sus sueños y sus luchas… se me encoje el corazón de emoción y responsabilidad.

¡5 meses! Creo que nunca he sentido tantas cosas al mismo tiempo y condensadas en tanta vida que comienza a descentrarse. A marchas forzadas, porque mi gente lo necesita. Aún queda mucho camino por recorrer.

Necesito respirar; el yugo del perfeccionismo y las tareas autoimpuestas me ha impedido disfrutar de ciertas cosas. Por eso hoy escribo, por eso lo dejo impreso negro sobre blanco. Porque estos cinco meses nunca volverán.

Son únicos. Mientras mi vida sigue patas arriba, sin orden ni concierto… seguimos soñando futuro, aunque con la tarea a veces pendiente de saborear presente.

Gracias porque en lo pequeño estoy descubriendo lo más grande. Ya son casi 70 centímetros de amor.

Si tienes amigos que solo hablan de su recién estrenada paternidad, piensa que es una tarea que no permite “hora del café”, que desvela y enamora, que descentra y orienta, que te llena y te agota, que es desde hace cinco meses… para toda la vida.

É ye ala mingi, sea ti mbi

Gota a gota

18 septiembre 2013

Gota a gota,

golpe a golpe de cadera,

desarmando al mal sendero,

alumbrando el futuro que era,

y que ya llega,

que tú has sembrado en mis adentros.

Gota a gota,

vida y sendero,

decantando un vino nuevo

que desbarate odres viejos.

Pon que ahora, en cada gota,

no eres solo tú ni yo,

vida ensanchada que ya celebra el fermento.

Un nosotros que es ella, o él,

el aliento de lo nuevo,

de tu vida en la mía,

de una vida que no es nuestra,

pero que nosotros cuidaremos.

Gota a gota,

ya llega, ya es,

la lluvia que empapa la tierra,

que la riega en sequía,

que es tu vida,

cada vez más profunda,

más vida,

más tuya,

más nuestra.

Dulce espera

12 agosto 2013

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Te veo llegar cada dia
como a esta hora
y he tomado ya como costumbre
sentarme a esperar pa’ ver si alcanzo a tener
un vistazo de tu piel
por eso sigo fiel
cada día en la espera
tomando tus gestos
como madriguera
tu tranquilidad me equaliza
y ya quiero conocer
lo que te mueve
eso que te hace ser .

      Cultura Profética, La espera

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Querido hij@, querida lentejita; así es como te hemos llamado cariñosamente desde el momento en que supimos que estabas entre nosotros.

Hace meses que deseo escribirte esta carta, y sin embargo, cada vez que deslizo mis dedos sobre el teclado, la tarea me parece más osada, quizás menos íntima, demasiado atrevida.

Pero hoy lo voy a hacer, porque te lo debo, porque me lo debo, porque quizás, quién sabe, algún día tú puedas leer estas letras que para mí tienen todo el sentido, o quizás, quién sabe, algún día , yo necesite volver a ellas para darme cuenta de ese don tan inmenso, de esa vasija preciosa, que llevo yo entre mis manos de barro, en un vientre cada vez más abultado y palpitante, moreno y sereno, lleno de una vida que se esconde en el interior, y a la que estamos deseosos de descubrir.

¡Ya han pasado nueve meses! Sí, un embarazo, lo que se suele decir, lo que de hecho, es. Nueve meses más o menos conscientes de lo que está a punto de suceder, nueve meses más o menos difíciles en el fragor de una batalla que aún se libra en el exterior, y sobre todo, en mi interior. Nueve meses de incertidumbre y espera, de sueños e ilusiones, puede incluso que de verdadera inconsciencia.

¡Bendita inconsciencia! De momento no pretendo ceder a los impulsos de realismo al que muchas personas tienen a empujarte cuando intentas dar pasos definitivos en tu vida ―enamorarte, casarte, abrirse a la vida…―y es que deseo seguir soñando, seguir luchando, seguir anhelando una vida en abundancia que en algún momento creí perdida.

Y vuelan, las horas vuelan
y vuela el pensamiento con la intriga
como mariposaa …vuelan en la barriga
y vuelan …los días vuelan
mil oportunidades pa’ conocerte vuelan..

   Cultura Profética, La espera

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Papá y yo tenemos muchas ganas de incorporarte a nuestro humilde proyecto IMG_6842aún en construcción, a los sueños de juventud ― ojalá eternos― que nos dan alas y aún nos hacen creer que estamos aquí de paso para, desde lo pequeño, hacer de nuestra vida algo que merezca la pena… pero sobre todo, sabemos que, dentro de lo poco que sabemos de este nuevo oficio de la paternidad, tú nos vas a enseñar muchas cosas, nos vas a descubrir un mundo nuevo, vas a desarmarnos y a poner de nuevo el mundo patas arriba. No será fácil, seguro, pero más seguro es que será una aventura, e incluso, si sabemos tomarnos el camino con humor y sobre todo, con AMOR, será maravilloso, divertido, sorprendente.

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Tengo muchas ganas de contarte cosas sobre el África que me enamoró, y al que deseo llevarte muy pronto, vestirte con telas africanas de mil colores, cantarte canciones con la ida de tono que me caracteriza, contarte cómo nos conocimos papá y yo, la increíble historia de amor que para nosotros supone, pasear los tres de la mano…

Sí, ya sé que puede parecer idílico, irreal, demasiado happy , bueno, prefiero arriesgarme a soñar a lo grande, que a conformarme con muy poco.

Aunque lo más cierto es que tengo que darte infinitas gracias. Sí, desde ya, aún en mi interior, aún sin conocernos, tú me has salvado. Esto no sé si podré explicártelo alguna vez, esto solo lo entiendo yo, pero YA me has salvado. Dios a través de ti; has llegado a nuestras vidas, a mi vida, para “hacerlo todo nuevo”. Lo necesitaba, siempre he creído que los hijos no deben llegar para solucionar nada, pero tú has llegado sin avisar, poniendo bálsamo e ilusiones a caminos y rutas perdidas en mi interior.

Gracias, traes la alegría, eres la certeza de que Dios nos sigue mimando, de que  entre el miedo y la incertidumbre, eres el tesoro más grande que podemos arropar y acoger, mimar y contemplar.

Vivimos en dulce espera, no estaremos nunca preparados para una misión tan grande, pero estamos preparados para acogerte, cuando tú lo sientas, cuando lo desees, te esperamos, con nuestro corazón como hogar, y nuestros brazos para acunarte.

Te queremos,

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Una nueva primavera

6 abril 2013

“No dejes que envejezca un solo sueño, cosido a alguna almohada”

(Álvaro Fraile)

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Siempre he tenido una relación curiosa y especial con la primavera. Suele llegar como el torrente esperado durante meses, que deje colar entre las rendijas del invierno los tímidos rayos de luz destinados a convertirse en energía vigorosa, e incluso molesta, durante el verano.
Esa primavera, esos brotes verdes, esos árboles que vuelven a cubrir su desnudez con pequeños adornos violetas, o naranjas, o amarillos, o…, que recuerdan que aunque los hayamos visto en su máxima debilidad, se preparan para la mayor explosión de belleza y dignidad.
Esa primavera, la que casi todos los años “no hay quien la entienda”
Primavera al final del tiempo de desierto, en la que se busca un oasis, ojalá un pozo; primavera que recuerda que es necesario resucitar, resurgir, volver a vestirse de aquello que se es, aunque parezca que no siempre está.

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“Solo hay dos opciones, o vivos, o resucitados”

(Pedro Casaldáliga)

Y cada año, cada primavera que se viste ante mis ojos, mi vida ha sido transformada una y  mil veces por los acontecimientos que, precipitados sobre el oleaje de los días, reclaman un poco de esperanza, incluso cuando yo me empeño en vivir en invierno.

¡Es tiempo de vivir! ¡Es tiempo de resucitar!

IMG_5481Lo que más estremece un cuerpo y corazón menudos como el mío, es el hecho de que, incluso sondeando aquellos rincones más oscuros, esos que solo yo (y el Señor) conozco, aunque crea que me habita la muerte, existe una vida, pequeña, frágil, latiendo desbocada… en el seno de quien sin saber por qué, ha encontrado gracia.

¡Xaire, Él está con nosotros!
Qué ironía, sentirse tan pobre y albergar lo más grande, el regalo que se nos ofrece como préstamo, el tesoro de un hijo fruto del amor.

Es el momento, es el gozo, es el estallido de una nueva primavera que te susurra al oído: “al nuevo está brotando, ¿no lo notas?

«No tengas miedo tú no te rindas no pierdas la esperanza. No tengas miedo, yo estoy contigo en lo que venga… y nada. No puede ni podrá el desconsuelo retando a la esperanza. Anda… levántate y anda»

(Álvaro Fraile, Levántate y anda)

corazon de madre

 

PRO-viDencia

29 diciembre 2012

Pro-vivencia

«El que no tiene nada que perder tiene más de la mitad del camino andado para ser valiente»

Miguel Delibes, La sombra del ciprés el alargada

 

Es casi inevitable hacer balance, desenfundar la pluma y lanzarse implacable sobre el año que termina. Pasarle factura, chasquear con la lengua y darse cuenta de que hay miles de cosas que te gustaría haber hecho y no has podido/querido/sabido/… hacer, o prometerse que el próximo año, este sí, aunque termine en trece, será mejor.

Antes de que la vida siguiera demostrándome, que aunque no soy marioneta alocada, sí que empeñarse en controlar todo, en hacerse un plan a cinco años, o en saber lo que vas a preparar de comida para mañana, es imposible, también había redactado mi lista de propósitos para el nuevo año.

Alguien ya habló alguna vez de despropósitos, y me alegro de rescatarlo del baúl de los consejos sabios para nunca olvidar—merece la pena, no dejéis de redactar vuestra lista de buenos despropósitos para el año que comienza—.

Este verano pasaIMG_2826mos casi un mes en Italia. Mochila a la espalda, cordones prietos y cantimplora. Andamos casi 200 km recorriendo las huellas de San Francisco, y soñando y rezando aquello que pretende ser nuestro proyecto de familia, de vida.

La experiencia fue un bálsamo para sentirse cuidado a cada paso torpe que dábamos. Lo llamamos PROVIDENCIA, o pro-vivencia, como también me gusta sentirlo; la vida que se deja arrastrar desde el fondo hasta las nubes.

Sin apenas dinero en el bolsillo, sin planear cada etapa, sin saber dónde encontraríamos comida, o alojamiento, o… se sucedieron encuentros preciosos, paisajes de ensueño y vivencias que rebasaban cualquier expectativa… porque el límite es el cielo.

La redacción de nuestro proyecto quedó impregnada de esa Providencia, de una promesa ciega en la vida y en el Espíritu que nos habita, de las ganas de sentirnos enviados y estrujados hasta el límite, de futuro.

La vuelta a la vida cotidiana, a veces se hace sin embargo un poco más cuesta arriba. En pocos meses sentía esfumada la magia de un verano de abandono y descanso. Perdí la fuerza y la esperanza, la fe.

Me embargaron de nuevo las ansias de voluntarismo, de realizar mis empresas solo por puños, de atrapar, de poner entre la espada y la pared a los sueños, al destino.

Y de pronto llegaste . Todo empieza y todo acaba en ti, en el silencio, en las lágrimas que bañan, en el consuelo de tu abrazo incondicional, en todo, o en nada, pero en Ti.

En TI, que has construido un nosotros más cierto que nunca, lo impredecible en la tormenta, el respiro, la paz, la calma. Una  lista rasgada de todos los propósitos para el año que ya llega…
pies

Confiar, cuidar y regar la semilla que crece en lo escondido. Desde la Providencia, pro-vivencia, cada día susurraré al alba el deseo de abandonar la agenda y simplemente ser… con el año nuevo como la primavera con los cerezos
Feliz 2013, feliz pro-vivencias.

«El límite es el cielo»

 

Amar en tiempos de crisis

2 noviembre 2012

Amor es…

Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan…
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces….
Amar lo amable, no es amor:

Amor es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra…

Amor es desenredar marañas
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra bien adentro…

Es entrarse en la entraña de la noche
y adivinarle la estrella en germen…
¡La esperanza de la estrella!…

Amor es amar desde la raíz negra.
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender…
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar …

¡Amor es resucitar!

Dulce Loynaz

Primero sería importante saber qué es amar, o más bien, conocer los riesgos que tal empresa conlleva. ¿Qué es amar? ¿Qué significa amar en tiempos de crisis?

La crisis como oportunidad de crecimiento, de avance, sí, mas amar sin condiciones… desgarrado cuando arrecia la tormenta, cuando el colchón se apoltrona entre barrotes… eso sí que podría ser amor.

Como decía Dulce Loynaz, quizás se trate de ser almohada para el cansancio de cada día, o espejo de descanso (¡qué desgaste para el corazón que solo camina empujado por la exigencia!)

Estar cerca cuando quieres que te trague la tierra, prestar oído atento cuando la capacidad de almacenamiento de sufrimientos o quejas ha rebasado todo límite, estar en lo pequeñito aún cuando preferirías ser de hierro, luchar, aunque el cansancio te invite a esconderte bajo un ala… esto podría ser amar en tiempos de crisis.

La mayor crisis no es  la de bolsillo, sino la de no saber por qué  levantarse cada día, la que hambrea incondicionalidad, acogida, ternura…

Yo quiero ser eso, agua, que no refresco, bálsamo, que no espuma, sal para alumbrar y no tanto para escocer , aceite en las heridas (en tus heridas) y sonrisas que desbaraten el fruncido entrecejo.

En este tiempo quisiera ser brisa suave, susurro en el cuello, escalofrío entre las mantas. Alboroto.

Aprender a amar, amar en la algarabía, y en la crisis incierta y fría.

En la cruz , en la luz.

 

Re-cordar

17 octubre 2012

Tú, el amor de mi vida

Porque dos acortan el camino, hacen más ligero el sendero, se dan, se entregan. Porque te amo, porque Re-cordar, pasar por el corazón, siempre es un regalo.

Te amo