«Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños”. (El Alquimista- Paulo Coelho)
Etapas. Ciclos. Aventuras y desventuras, logros y nuevos retos, pero ante todo, la necesidad de continuar hacia delante con la mirada levantada. Un futuro que se precipita infrenable, a la vez que un presente ululante que se desarma para ser morado en intensidad. A flor de piel. Con los poros de los sentidos abiertos, con los poros del corazón atentos. ¿A qué? No a la meta, sino a la senda.
Volver la vista atrás para no perder las flores que ya brotaron. Volver la vista a los lados, sabiéndose acompañado en el tramo, en el horizonte en llamas, en el suspiro vehemente. Dirigir la mirada al frente, para acurrucar esperanzas e ilusiones, despertar desafíos, acunar los sabores dulces de este trecho.
Final de curso acelerado. ¿Final? El final no existe, siempre estamos empezando, siempre estamos cambiando, nada acaba,todo se transforma; porque el destino es el infinito, que se dilata al ritmo de nuestras pupilas, si nuestros ojos alcanzan a ver los milagros imposibles, los confines por habitar, lo esencial en lo invisible.
Continuación del curso. Estrenar el corazón para contemplar… “tiempo de reír, tiempo de llorar, tiempo de triunfar y de fracasar, tiempo de quererte, y que me quieran (…) mucho tiempo más” (Tiempo 180º)
“En los vértices del tiempo, anidan los sentimientos hoy son pájaros de barro que quieren volar” (Manolo García)
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Etiquetas: comienzo, continuación, desierto, final, luz, oscuridad, paz, principio
Buscando Tus huellas 
20 junio 2008 a las 14:36 |
Se describe que el vértice del tiempo es una singularidad, algo donde las leyes normales no se pueden aplicar. Es especial, permitiendo consecuencias infinitas si nos topamos con él. No se explica, se revela.
Podemos montarnos en la línea de vida, y marearnos en las curvas de “nuestro tiempo” (sin darnos cuenta, ni siquiera, de que hay curvas), alejándonos de lo que es especial. Sin enterarnos que algunas de ellas nos acercan de nuevo a nuestro origen… “con los poros del corazón atentos (…) a la senda”, a la armonía que nos aleja de nuestros desfallecimientos y agobios.
Y “mucho tiempo más”. Siempre pensado…
Me gusta lo que pones «Estrenar el corazón para contemplar» y Vivir! vivir en abundancia, mientras nos transformamos hacia nuestros sueños
“Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante” (también de “El Alquimista”).
Breve, pero TAN bello lo que has escrito.
Graci_ _ (ya se gastan hasta las palabras de decirlo) 😉 ali
24 junio 2008 a las 9:09 |
Simplemente quiero darte las gracias, por poder haber compartido estos días contigo. Somos Iglesia, Somos Familia.