«No todos los ojos cerrados duermen, no todos los ojos abiertos ven»
Ante el intento de descalzar de nuevo el corazón, dando vueltas y mil vueltas sobre el anhelo más verdadero, me encuentro que buscando el norte, llego al sur, al lugar donde los que parecen que no cuentan te desarman del todo, y te descubren tu Yo verdadero. Donde la única seguridad existente es saber que se está viviendo en abundancia, donde el día a día se mora con la intensidad primera.
Ese sur, al que uno va a ayudar, y en el que acaba salvado.
Si cualquier día me descubro habitando el sur, llenándome de nombres, quizás sea porque verdaderamente he perdido el norte.
De nuevo… el cruce de caminos, la imposibilidad de quedarse inmóvil, las sendas entrelazadas que hay que abrazar, las noches de estrellas nacientes que quiero volver a contar.
Da igual… sólo son quimeras, sueños de ojos cerrados. De momento, sigo buscando el norte, que ojalá me lleve al sur.
Etiquetas: búsqueda, camino, decidir, encontrarse, norte, perderse, sur
15 agosto 2008 a las 12:47 |
Si ya te he dicho alguna vez que me siento en sintonía con casi todas las entradas (y quizás sea porque voy buscando las mismas huellas), esta vez…te leo y no puedo evitar emocionarme y llorar. Cuando algunas pequeñas cosas me desestabilizaban un poco, leerte ahora mismo, me hace volver la mirada hacia donde «no me pierdo». Y sentir un eco especial en el corazón cuando releo esto: «Donde la única seguridad existente es saber que se está viviendo en abundancia…»
Me sorprende en que caminos, Él me regala gestos de ternura y estar cerca cuando más lo necesito. Hoy, esta entrada, te aseguro que es uno de esos misteriosos regalos-gestos que me vuelven la mirada a lo importante.
Gracias a vos. Gracias a Tata Dios.
18 agosto 2008 a las 10:55 |
Gracias Analia por compartirte aquí, tus palabras arrojan luz en mi camino, también me emociona saber, que ahí, al otro lado del charco, alguien confia en la vida, en Tata Dios, gracias.
un fuerte abrazo, seguimos buscando Sus huellas
TeSs
20 agosto 2008 a las 15:32 |
Hola Tess:
Tus escritos me empapan del amor de Dios. Tienes un don especial que el Señor te ha dado para iluminar a tantas personas. Oremos! Dios, que todo lo puede, tiene una cosa que no puede hacer: dejar de amarnos! GRACIAS por dar más luz a mi vida. No quiero perder el norte ni que el «norte» me pierda a mí.
2 septiembre 2008 a las 5:58 |
mmmmm… acabas de despertarme en este frío día de septiembre con esta entrada. Siempre tan cerca y a la vez tan lejos usando la brújula de la vida y el confiar. mercy
8 septiembre 2008 a las 17:04 |
Hagamos un mundo de brújulas estropeadas. Que mi norte también apunte al sur.
11 agosto 2009 a las 19:43 |
[…] alguien me hubiera avisado de que, lo que escribí hace un año acabaría por hacerse realidad de la manera más providencial posible, no hubiera dado crédito […]
3 marzo 2010 a las 0:36 |
[…] la espalda, salirnos del centro del universo, poner al otro en el centro de nuestro caminar, perder un poquito el norte. Porque difícil será reconstruir moradas si nos afanamos en ponernos morados. Porque sólo es […]
14 abril 2010 a las 14:45 |
aveces no nos damos cuenta que perder un poco el norte nos da la opotunidad de pasar por pruebas y tambien de aprender de ellas y por lo tanto de creecer y si mismo, el padre nos da la opotunidad de regresar a El, como ese hijo prodigo que su padre lo esperaba viendo la vereda con los abiertos y llenos de perdon. Gracias Padre.